Importantes declaraciones de Adela Asua, en contadas ocasiones, se puede oír hablar con propiedad. Sin demagogias, sin ideologías. He subrayado lo que considero destacable de su aportación.
En la actualidad, la mayoría de personas que ejercen la prostitución lo está haciendo por cuenta ajena. Realmente prostitutas y prostitutos autónomos somos una minoría y de esa minoría muchas/os, permanecen ocultos debido al miedo a la discriminación y al estigma esa es la realidad, además piensa en términos temporales, pocos años. Y aunque cada vez somos más las personas que damos la cara y hablamos en primera persona lo cierto es que lo tenemos muy muy difícil.
Sería necesario que además de las personas autónomas, las que están ejerciendo la prostitución en clubs y pisos se implicaran y si ya en personas autónomas es difícil, (de momento sólo hay pequeñas asociaciones única y exclusivamente de trabajadorxs sexuales) en estos casos es una utopía, ya que para eso hay darles a conocer el debate que prácticamente todas ellas desconocen.
Los que si tienen más fuerza son los empresarios asociados (ANELA) dueños de prostíbulos que hacen ingenierías legales para abrir sus establecimientos mientras arremeten contra los pisos y denuncian que se publicitan en la prensa, y no tienen en cuenta los derechos fundamentales de las personas que se prostituyen, solo contemplan lo que sería el tema fiscal. Ellos mismo están abriendo establecimientos para lucrarse con la prostitución de terceras personas y también se anuncian en prensa y en carteles gigantes de publicidad en sitios estratégicos como en las propias carreteras, salidas de aeropuertos y estaciones de trenes,
Adela resalta mucho la diferencia entre forza a la persona y la decisión personal y dice que ojalá no se llamara prostitución a la prostitución forzosa sino simplemente AGRESIÓN SEXUAL, para poder diferenciar bien, tal y como comento yo siempre, todo lo que es forzado no debería considerarse prostitución para poder distinguirlo bien, de la misma manera que cuando se trata de menores se considera trata, no prostitución de menores ni infantil es importante, muy importante la alfabetización y delimitar el significado de cada concepto.
********************************************
Adela Asua, magistrada del Tribunal Constitucional y catedrática de Derecho Penal de la UPV, considera que se debe distinguir entre la prostitución realizada en el «ejercicio de la libertad» de la que supone una explotación para «abrir un debate sobre su regularización». Una actividad que, en la actualidad, se encuentra en un «limbo legal» en el Estado. Asua participó ayer en la facultad de Derecho de Donostia en el IV Simposio de la Red de Estudios de Género y Tradición Jurídica Romana, que abordó la prostitución en clave histórico-jurídica. El simposio continúa hoy en Bilbao.
- Se dice que la prostitución es una de las profesiones más antiguas del mundo. Si es tan antigua, ¿cómo es que no se ha regulado en la mayoría de los países?
- La prostitución es el oficio más antiguo del mundo, cierto, pero la prestación sexual con entrega de precio a lo largo de la historia ha tenido distintas manifestaciones. Por ejemplo, en el simposio, el profesor Jose Ángel Tamayo nos ha explicado cómo se concebía la prostitución como oficio sagrado en la época del Código de Hammurabi, en la antigua Mesopotamia. El precio se entregaba a los dioses. Era una prostitución con un estatus muy considerado. Frente a esta existe otra prostitución que sí se ha considerado como una maldición o que ha ido acompañada de estigma.
- ¿Pero por qué no se ha regulado en la mayoría de países?
- Se ha regulado históricamente multitud de veces. En el medievo, por ejemplo, la prostitución estuvo muy regulada respecto a dónde podía practicarse, que era fuera de la ciudad; qué signos distintivos portaban las prostitutas para que se les reconociera como, por ejemplo, unas sayas con picos amarillos que se vieran por debajo de la falda... De ahí viene el dicho 'Tras los picos van los chicos'. Hoy en día está regulada en muchos países. Aquí hubo un proyecto de ley catalana para regularla como un trabajo, con derecho a la seguridad social. Pero la regulación depende de la conceptualización de qué es la prostitución.
- ¿A qué se refiere?
- Que es muy importante hacer distinciones. Por un lado, está la prestación de servicio sexual en el ejercicio de la libertad de la persona que los presta. Esta es una prostitución desarrollada con libertad en la que se ejerce la autonomía de la voluntad. Y aquí podemos discutir, porque para algunos es degradante. Todo lo demás está prohibido, es decir, aquella imposición forzada a personas para realizar actos sexuales contra su voluntad aprovechándose o abusando de su vulnerabilidad o su precariedad. Son cosas totalmente distintas. Todo aquello que vaya contra la dignidad de las personas y su libertad es algo prohibido. Ojalá no se llamara prostitución sino simplemente agresión sexual.
- ¿Cuál es la situación legal de la prostitución en el Estado?
- Dejando claro que hay una práctica prohibida en el Código Penal y que es delito, con el resto, en el que se ejerce la autonomía de la voluntad, nos encontramos en una no regulación. No está prohibido; está permitido pero queda fuera del campo del derecho. Por eso hay grupos de prostitutas que piden que se regule como actividad, que paguen sus impuestos, tengan cobertura sanitaria y seguridad social. Ese es el debate en estos momentos.
- ¿Hay un limbo legal?
- Sí, hay un limbo legal. Cuando algo no está bien regulado en derechos fundamentales se favorece que esa actividad esté próxima a la clandestinidad y se asocie y se confunda con otras prácticas que puedan estar en el ámbito penal. Es complejo porque en este campo confluyen muchos estereotipos, tópicos y estigmas sobre las personas que libremente ejercen la prostitución. La clave es diferenciar entre quienes lo practican libremente y quienes no.
- ¿Qué derechos tienen las personas que actualmente ejercen la prostitución en España?
- Laborales y sociales no tienen. Otra cosa es que aparezcan dadas de alta en la Seguridad Social como si fueran empleadas en un bar. Además, estas mujeres pueden estar dadas de alta de autónomas pero con otro nombre de actividad. Tienen que encubrir su verdadera actividad para poder estar registradas como personas que desempeñan un trabajo, ya sea como autónomas o por cuenta ajena.
- ¿Cree que se debería regular la prostitución en España?
- Para que se pueda regular creo que tiene que haber un debate. Tiene que calar en la opinión pública y en la mentalidad la idea de que el respeto a la dignidad de las personas, su libertad y su dignidad puede estar por encima de ciertos prejuicios. En todo caso, depende en qué términos se haga esa regulación, porque podría tratarse de una regulación que lo prohibiera.
- ¿Qué beneficios traería la regulación para las prostitutas?
- En la tutela de derechos sociales y sanitarios puede ser positivo. Lo que sería bueno es que se clarificara y se eliminaran ciertos prejuicios respecto a la forma de regulación. Se debe abrir un debate riguroso para clarificar el ejercicio autónomo de la libertad y la posibilidad de regularlo en esos casos distintos a los que se ataca a la libertad de la persona.
- ¿Qué inconvenientes tiene que siga sin regularizarse?
- Toda actividad que queda fuera de las reglas del derecho crea inseguridad y desprotección. Con una regulación se podría proteger, pero habría que ver cómo se hace. Todo lo que sea reconocer derechos laborales y sociales está bien pero tiene que ir en consonancia con un debate previo social y parlamentario.
- ¿Y cuál es la solución? ¿Seguir como hasta ahora o hacer algún tipo de regulación?
- El legislador y la opinión pública tiene que tomar posición. Pero si aquellos que tienen interés en que se regule no tienen ni fuerza, porque su voz no se oye, va a ser difícil conocer cuál es la posición de estas personas. El problema de toda actividad que se realiza en la opacidad es que es complicado conocer el alcance de sus problemas. El de la prostitución es un tema que crea debate y voces bruscas y airadas, por eso se elude el debate.
- Pero mientras tanto sigue habiendo personas que ejercen la prostitución sin derechos...
- Es una actividad que socialmente se ha considerado contraria a las buenas costumbres pero, por otro lado, también se cree que es una actividad que lesiona el prestigio de las mujeres o que reproduce estereotipos de sumisión sexual. Estamos en esa discusión, sobre la valoración social de si debe ser permitida o debe ser una actividad que tiene que quedar excluida.
- Si se regula, habrá voces que digan que se da carta legal a una profesión que denigra ala mujer...
- Incluso dentro de grupos feministas hay quienes piensan que sería legalizar tratos degradantes a la mujer. Otros grupos feministas, en cambio, creen que la degradación no está en el hecho de que se ofrezcan servicios sexuales con precio sino en la sumisión a una tercera persona sin libertad. La clave es la autonomía y la decisión libre. El legislador no toma una posición porque sabe que es un tema difícil. Y como al final el grupo de personas que están en la prostitución es una minoría no muy bien vista, quedan fuera de la agenda política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.