El objetivo de este blog es dar a conocer de manera totalmente rigurosa las diferentes realidades de la prostitución en España (legislación, noticias, bibliografía, etc) aunque también aportaré información de otros países Queda rigurosamente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de este blog y sus imágenes sin la autorización escrita de su autora, ©prostitución-visión objetiva 2007-2013.Todos los derechos reservados
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lunes, 24 de noviembre de 2014
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Las putas circunstancias… http://putaenfermera.blogspot.com.es/
Las putas circunstancias…
Hace unos días regresé de mi tierra. Un largo y merecido paréntesis en la rutina diaria, que me ha servido para reencontrarme con mi gente de toda la vida; y para conocer a gente nueva que ya cuenta con mi aprecio. Por supuesto, toda moneda tiene dos caras, y sentir en los que te rodean los efectos de la mal llamada crisis escuece más que cuando simplemente uno está informado de una situación general a la que no se le acaban de poner nombres.Estudios inacabados gracias a reformas absurdas del sistema de amaestramiento (lo siento, llegados a este punto me niego a llamar a “eso” sistema educativo); condiciones de mierda en trabajos que no llegan ni a precarios en sus mejores días -sumadas a la cantinela recurrente del “y por lo menos tengo trabajo, no me puedo quejar”-; y paro de larga duración y pocas o nulas perspectivas de futuro para una buena parte de mi gente, no pueden joderme el placer de su compañía, pero sí dejarme un regustillo amargo y unas crecientes ganas de destripar políticos y hacerme un traje con sus tripas, cual Lady Gaga -eso sí, con los hermanos de Brutal Slaughter tocando de fondo.
En medio de este contexto de me-río-por-no-llorar y quien-me-deja-una-escopeta-cargada-y-veinte-minutos-a-solas-en-un-pleno-del-congreso; surgió una frase que no pudo sino sorprenderme.
“Como siga la cosa así, al final me voy a meter a puta”
No sabía si reír o llorar; así que opté por reír. No por la frase, y supondréis que mucho menos porque tenga prejuicios sobre el oficio; sino por quien lo dijo y por la simpleza del argumento que respaldaba tal afirmación. Y lo peor de los argumentos simples, es lo difíciles que resultan de rebatir.
Os pongo en situación:
N. es una amiga, de la pandilla, que entre otras muchas se define como feminista. Y “por supuesto” como abolicionista… o al menos se definía como tal hasta nuestra anterior conversación-debate (debo decir que muy animado!) sobre la prostitución. Hubo argumentos de toda clase, entre los cuales no faltaron los ya consabidos argumentos de tipo moral -no está bien, atenta a la dignidad de la mujer- las generalizaciones -ninguna mujer puede decidir libremente ejercer, ninguna mujer que se dedica a ello tiene otras opciones- y los de tipo feministas-del-mundo-vayamos-a-cortar-pollas -la prostitución es en sí misma sometimiento de la mujer hacia el hombre, todas son víctimas de trata-
De ahí mi gran sorpresa cuando escuché esas palabras de su boca: “Como siga la cosa así, al final me voy a meter a puta”. Es sorprendente como la vida nos pone ante situaciones que nos hacen plantearnos las cosas de forma diferente. Resulta que después de meses de enviar CV de forma infructuosa, de buscar sin encontrar, de tirar de ahorros y trabajillos a diestro y siniestro, la cruel realidad se impone: vivimos en una sociedad en la que necesitamos dinero para -casi- todo.
Llegados a este punto, y estando ambos de acuerdo sobre el triste hecho de que necesitamos dinero para movernos en esta sociedad; el argumento más sencillo parecía ser el “no me queda otra”. Argumento con el que no podría estar más en desacuerdo, y que además refuerza en gran medida el prejuicio victimizador que existe sobre la prostitución (todas víctimas, pobrecitas, no les queda otra, y tampoco es tengan capacidad de elegir). Sacado directamente del discurso abolicionista del “sistema prostituidor”, se utiliza única y exclusivamente para hacernos la puñeta. Dicho discurso parte de la base de que existe todo un sistema heteropatriarcal y machista destinado a someter a la mujer (hasta ahí, todo bien, todos de acuerdo). La mujer, puesta en una inevitable situación de inferioridad no tiene más salida que -retomo los mismos términos del discurso- “vender su cuerpo” para satisfacer los deseos de los hombres (ya sabéis, esa plaga maligna que encarna todo lo nocivo de este y otros mundos en los discursos abolicionistas). Así pues, dado que se trata de todo un sistema organizado para tal fin -sistema prostituidor-, a la mujer “no le queda otra”. ¿Podría parecer lógico, verdad? Y aún peor, a grandes rasgos, es casi cierto. Una lástima que no sea un discurso que se utilice para cambiar el sistema en sí, sino para tratar de victimizar e invisibilizar el trabajo sexual y a quienes lo ejercemos (ya hablaremos del “techo de cristal”, y de machismo institucional en otro post, porque si no, no acabo este)
Podría… pero si separamos la prostitución de la trata -cosa que no me canso de repetir -no son lo mismo, y nunca lo serán- podemos centrarnos en un detalle que tienen tendencia a pasar desapercibido.
Y es que el argumento del “no le queda otra” es una forma rápida de quitar de un plumazo, todo poder de decisión de la persona. Ea, ya está, las circunstancias me obligan; no hay nada que hacer, no me queda otra, es el destino, los hados, la fatalidad… Así pues, con esto se consigue convertir automáticamente a alguien en víctima, sin culpabilizarla demasiado para que no se rebele. Porque admitamoslo, para mucha gente eres menos mala si eres puta porque “no te queda otra” que porque “estoy hasta el coño de trabajar 18 horas diarias para ganar una mierda”. Repito una vez más, que una vez separadas la prostitución de la trata, hay un leitmotiv que todos deberíamos grabarnos en la mente: que las opciones no te gusten no significa que no haya elección.
Entre las opciones – a voz de pronto- estaban: entrar de becario en una empresa con periodo de prueba de 3 meses, no remunerado hasta pasado el periodo de prueba; un anuncio de empleada del hogar interna, 7 días a la semana, con un sueldo bruto de 400€; 2 meses de periodo de prueba y contrato a partir del 3º mes; carterista, artista callejera, niñera (sin contrato, por supuesto), captador de socios para esas tan valiosas ongs que tanto hacen por que sus directivos cobren un sueldazo y a los demás que les den… Seguir insistiendo en los veinte mil puestos de trabajo en los que ya había presentado candidatura hasta que la cojan por pesada… (pasaré por alto las opciones menos legales) Ah!, y meterse a puta; aunque parece que sí que le quedaba otra.
¿Opciones? Claro que las hay. ¿Que son opciones de mierda? Pues la mayoría sí, otras incluso peores. También queda la de joderse y aguantarse como hasta ahora; sobrevivir como se pueda, recurrir a familiares y amigos, y un largo etcétera.
No se trata aquí de que esté animando a nadie a meterse a puta. Quienes me conocen saben que jamás lo haría: bastantes somos ya y no necesitamos más competencia

No siempre hay una opción buena; una que nos guste y que se adapte perfectamente a nuestros sueños y ambiciones inmediatos -y a poder ser, que nos requiera el mínimo esfuerzo- Sin embargo, argumentos como el “no me queda otra” , sólo ayudan a quitar capacidad de decisión a las personas. Las victimiza de una forma sutil, pues a la par que las reprueba las justifica; jugando con la culpa y la vergüenza que pueda sentir alguien que no haya tenido la oportunidad-o que todavía esté en proceso- de empoderarse. Porque cuando justificas las acciones o las decisiones de alguien, en gran parte estás reforzando la idea de que deben ser justificadas; de que no están bien; no son “normales”.
Tenemos que reconocer que la mayoría no tenemos la voluntad ni los conocimientos para salir del sistema y vivir completamente al margen. De vez en cuando, nos sorprende algún artículo hablando de tal o cual persona que lo dejó todo para ir a vivir al quinto coño, sin dinero y sin tecnología. Y aunque guardo ciertas dudas sobre la viabilidad de hacerlo; debo decir que admiro a quienes son capaces de llevar a cabo sus proyectos de esa forma. Pero para muchos es una opción tan alejada de nosotros y tan extraña, como para otros puede ser nuestro oficio.
No todo son luces, servicios rápidos y bien pagados con clientes de ensueño. No todo el mundo lo lleva bien, y buena parte de la gente del oficio lo considera temporal, y quiere salir cuanto antes. Otros, otras, no queremos -personalmente, lo echo mucho de menos- Pero añadir, con ese tono condescendiente y paternalista, “no le queda otra” no ayuda en nada, a nadie. Salvo tal vez a esas células abolicionistas, que lejos de preocuparse de nosotras y de las víctimas de trata -insisto,estamos en situaciones diferentes- se preocupan casi en exclusiva de reforzar todo tipo de prejuicios sobre nosotras, nos ignora a nosotros, y juegan con culpas y vergüenzas que ellas mismas han inventado para vivir a nuestra costa.
Se dice, que el camino al infierno está asfaltado de buenas intenciones (más o menos… siempre destrozo los refranes, así que no os riáis mucho!). Bien, puedo entender que detrás del “no le queda otra” muchas veces se esconde una buena intención, pero no es la forma de hacerlo.
Cuando te preguntan al respecto; ves que esperan que contestes “porque no me quedó otra”, esperan que trates de justificarte en cierto modo; de quitarte “culpa”. Personalmente siempre contesto lo mismo: porque puedo. No es chulería…bueno, un poco. Pero es la verdad: puedo hacerlo, porque lo he decidido, porque responde a mis expectativas económicas tanto por cantidad como por plazos de pago (es dinero rápido,no es dinero fácil, pero sí que es dinero rápido); porque no me crea ningún tipo de conflicto moral para conmigo mismo; porque lo vivo bien, porque de todas las opciones que tenía esta era la que más se ajustaba a mis necesidades y la que mejor encajaba con mi modo de vida.
Sí, fue por dinero (¿Y quién no?) Y sí, fueron por las putas circunstancias por las que empecé, y por las mismas putas circunstancias por lo que volví después de unos años fuera del circuito. Pero no fue porque no me quedaba otra. Fue porque yo elegí esa opción. De entre todas las que había.
PD: Gracias a mi amiga N., que no se si leerá este artículo y si se reconocerá en él, por haberme puesto a pensar de nuevo. Gracias por su honestidad y por los apasionados debates que mantenemos de vez en cuando sobre feminismos. Espero que sepa perdonarme por haber sacado un poco -mucho, muchísimo- de contexto un comentario jocoso para tratar de hacer una reflexión en este espacio. Desde aquí, un beso y un abrazo.
PD2: Ah! y no te metas a puta… que somos muchas!
PD3: Bueno, si lo haces, avisa… te daré un par de webs con algunos consejos que debes tener en cuenta. La seguridad es lo primero

Fuente: http://putaenfermera.blogspot.com.es/
domingo, 2 de noviembre de 2014
Un chat pionero para quebrar el aislamiento de los trabajadores del sexo Leer más: Un chat pionero para quebrar el aislamiento de los trabajadores del sexo . INDOORS UE
A un lado de la red está una (o un, las menos veces) trabajadora del sexo. Al otro, una experta de Hetaira: una psicóloga, una trabajadora social o una mujer con experiencia en ese mismo trabajo. El chat que les permite comunicarse
es anónimo y confidencial, una conversación a dos en la que la primera
pregunta, o cuenta alguna experiencia, según los casos y las
necesidades, y la otra intenta dar respuesta, ayudar o, simplemente,
escuchar. Se trata de una herramienta pionera en España aunque
con larga implantación en países como Finlandia, que hace posible,
sobre todo, romper el aislamiento de aquellas mujeres que tienen poco o
difícil contacto con las organizaciones que operan en este ámbito e,
incluso, con sus propias compañeras.
"Está dirigido a todos los trabajadores del sexo, pero especialmente a quienes hacen sus contactos a través de internet, bien poniendo anuncios en portales o bien promocionándose a través de un blog. Eso les permite tener independencia y cierta confidencialidad a la hora de, por ejemplo, poner fotos en las que no se les reconozca, pero al tiempo hace que su trabajo sea muy solitario", explica Elisa Arenas, coordinadora de esta iniciativa -denominada Chat Indoors- y una de esas personas que se sientan a 'este' lado del chat. Arenas añade algo que desde hace tiempo se reitera en organizaciones como Hetaira: "El estigma de la prostitución hace que se realice a escondidas. Hay falta de información, de espacios donde compartir experiencias, dudas".
Vídeo: "Igualdad de derechos", lanzado dentro del marco del Proyecto Indoors.
Hasta la fecha, el chat está en fase experimental, y sólo 35 personas (34 mujeres y un hombre) han hecho uso de él. Nacido dentro del Proyecto Indoors que le da nombre -dedicado a la investigación y la atención a trabajadores del sexo en clubes y pisos, y subvencionado por la Unión Europea dentro del Programa Daphne-, es una vía más de consulta de los trabajadores del sexo, como lo puede ser el perfil en Facebook de Hetaira, pero cuenta con una ventaja: "El funcionamiento en directo". Los temas más frecuentes versan sobre los recursos a los que pueden acudir (por ejemplo, sobre salud, embarazos, pruebas de VIH), la situación legal de la prostitución en nuestro país y su mosaico de normativas municipales, la situación en otros países europeos, donde muchas migran para trabajar "por temporadas" (la crisis hace mella también en este trabajo), y dudas muy relacionadas con la vida diaria: problemas de custodia de hijos, de ley de extranjería, etc.
En otros casos, la necesidad es más de contar y compartir que de preguntar. Sucede en cierta medida con los casos de abusos y agresiones: "Lo primero que se hace es escuchar y dar apoyo. E informar sobre las vías legales a las que pueden acceder", comenta Arenas. En ocasiones, de hecho, quien escribe al chat lo hace sólo "para compartir experiencias y reflexiones. Muchas veces no entran para resolver ninguna duda, sino simplemente para hablar del propio trabajo sexual, del estigma de la prositución, de la discriminación.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-11-02/un-chat-pionero-para-quebrar-el-aislamiento-de-los-trabajadores-del-sexo_429329/
"Está dirigido a todos los trabajadores del sexo, pero especialmente a quienes hacen sus contactos a través de internet, bien poniendo anuncios en portales o bien promocionándose a través de un blog. Eso les permite tener independencia y cierta confidencialidad a la hora de, por ejemplo, poner fotos en las que no se les reconozca, pero al tiempo hace que su trabajo sea muy solitario", explica Elisa Arenas, coordinadora de esta iniciativa -denominada Chat Indoors- y una de esas personas que se sientan a 'este' lado del chat. Arenas añade algo que desde hace tiempo se reitera en organizaciones como Hetaira: "El estigma de la prostitución hace que se realice a escondidas. Hay falta de información, de espacios donde compartir experiencias, dudas".
Vídeo: "Igualdad de derechos", lanzado dentro del marco del Proyecto Indoors.
Hasta la fecha, el chat está en fase experimental, y sólo 35 personas (34 mujeres y un hombre) han hecho uso de él. Nacido dentro del Proyecto Indoors que le da nombre -dedicado a la investigación y la atención a trabajadores del sexo en clubes y pisos, y subvencionado por la Unión Europea dentro del Programa Daphne-, es una vía más de consulta de los trabajadores del sexo, como lo puede ser el perfil en Facebook de Hetaira, pero cuenta con una ventaja: "El funcionamiento en directo". Los temas más frecuentes versan sobre los recursos a los que pueden acudir (por ejemplo, sobre salud, embarazos, pruebas de VIH), la situación legal de la prostitución en nuestro país y su mosaico de normativas municipales, la situación en otros países europeos, donde muchas migran para trabajar "por temporadas" (la crisis hace mella también en este trabajo), y dudas muy relacionadas con la vida diaria: problemas de custodia de hijos, de ley de extranjería, etc.
En otros casos, la necesidad es más de contar y compartir que de preguntar. Sucede en cierta medida con los casos de abusos y agresiones: "Lo primero que se hace es escuchar y dar apoyo. E informar sobre las vías legales a las que pueden acceder", comenta Arenas. En ocasiones, de hecho, quien escribe al chat lo hace sólo "para compartir experiencias y reflexiones. Muchas veces no entran para resolver ninguna duda, sino simplemente para hablar del propio trabajo sexual, del estigma de la prositución, de la discriminación.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-11-02/un-chat-pionero-para-quebrar-el-aislamiento-de-los-trabajadores-del-sexo_429329/
viernes, 31 de octubre de 2014
Flores en el lupanar. Relato de Ramón Llanes
http://huelvabuenasnoticias.com/2014/10/31/flores-en-el-lupanar/
» La vida en el lupanar no era cortejo en su
esencia discreta ni era burdel en su escalofrío, el tiempo se alimentaba
de caricias, no existía la soledad ni los compromisos, nunca llegaron a
devolverse las flores ni a ocultarse los besos."
31 octubre 2014
Ramón Llanes. Llegaban flores todos los días,
las flores traían un olor fuerte a distancia y a deseos, una carta
escrita con cuido expresaba el amor en apenas diez palabras encerradas
en un secreto. Y todos los días el lupanar olía a flores rojas, olía a
mensaje de complicidad y a melodía de pasión; se vestía de silencios y
de sonrisas, como se visten los prados, se recogían los saldos
desordenados de la noche, se hacían números esperando las horas y se
atardecía con ansias.La vida en el lupanar no era cortejo en su esencia discreta ni era burdel en su escalofrío, el tiempo se alimentaba de caricias, no existía la soledad ni los compromisos, nunca llegaron a devolverse las flores ni a ocultarse los besos. Ellas reinaban celosas, deshacían truenos y escándalos, miraban los ojos y los cuerpos, sin ser amantes, sin prohibición, con el descaro de la ternura; reinaban en los hombres y en sus pensamientos hasta revolverles de placer todos los tránsitos antes nunca vividos.
Y los hombres salían siendo dioses, de un olimpo de estetas, desahuciados de las lacras que la vida de afuera les dejaran en los labios y en las cicatrices; los hombres se desfiguraban del miedo, renacían, gritaban, lloraban en otros brazos la osadía de su desnudez y acababan implorando aquella verdad como única, en ellos nunca habida. El lupanar fue la parte de gloria que los solitarios encontraron y la quietud del abrazo que desearon.
La noche del treinta cerraron las luces intermitentes del lupanar porque los odios protestaron contra sus prácticas. Desde entonces la vida es tal simulacro como antes, los hombres dejaron de circundar aquellos amores y el tiempo se encargó de apagar los deseos. Las estadísticas oficiales no han publicado si se mantuvo en aquel ámbito idéntico grado de felicidad entre los habitantes solitarios pero sí publicaron que todos los días llegaban flores rojas a la puerta cerrada del lupanar.
jueves, 23 de octubre de 2014
Colectivo Hetaira e Indoors
Organizando el encuentro del proyecto europeo Indoors,
que tendrá lugar en Madrid del 27 al 29 de octubre de 2014.
|
El martes día 28 de octubre
aprovecharemos para tener un encuentro abierto al público donde se abordará la
situación del trabajo sexual en la Unión Europea. Será en el local de COGAM
(calle de la Puebla, 9, metro Gran Vía a partir de las 19,30
horas).
Intervendrán:
Dennis van
Wanrooij (TAMPEP International Foundation, Ámsterdam, Holanda);
Licia Brussa
(TAMPEP International Foundation, Ámsterdam, Holanda);
Maria Hörtner (de Lefö, Viena, Austria);
Veronica Munk (de Ragazza, Hamburgo,
Alemania);
Cristina Garaizabal Elizalde (de Hetaira, Madrid, Estado
español) y
Lucía (trabajadora del sexo en Madrid, de Hetaira).
Tel. 915232678
hetaira@colectivohetaira.org
www.colectivohetaira.org
Montse Neira, entrevista en ETB
Dejo este enlace en el que podréis visionar la antrevista que me realizaron en la ETB, en el programa "Por fin es viernes"
http://www.eitb.com/es/television/programas/por-fin-viernes/videos/detalle/2648626/video-montse-neira-reivindica-cotizar-trabajadora-sexual/
jueves, 9 de octubre de 2014
No, nosotras no somos cortafuegos antiviolaciones. Léa Rosseau.
No, no es válido el argumento de que si no existiera la prostitución habría más violadores, no, el violador siempre es violador, son hombres psicópatas y lo más importate NO PAGAN PARA VIOLAR, las prostitutas lo sabemos muy bien y no usamos este argumento para defender la prostitución. Aquí tenéis un testimonio en primera persona aparte del mío.
Montse Neira, trabajadora sexual
http://elestantedelaciti.wordpress.com/2013/12/06/no-nosotras-no-somos-cortafuegos-antiviolaciones/
Por Léa Rousseau, Call Girl independiente
26/11/2013
http://learousseau.hautetfort.com/archive/2013/11/25/non-nous-ne-sommes-pas-des-par-feu-anti-viols-5230807.html
Me gustaría esta vez abordar una idea preconcebida que parece estar bastante extendida: la que pretende que la abolición de la prostitución ocasionaría un aumento significativo del número de violaciones. Aunque yo estoy, evidentemente, totalmente en contra de la abolición de la prostitución, no puedo por menos que denunciar este error, que no es un prueba de mala fe o de mala intención, sino sencillamente un desconocimiento del tema, a menudo mantenido involuntariamente por las feministas que tienen tendencia a tratar de puercos perversos/maltratadores/esclavistas (táchese lo que no proceda) a los clientes, induciendo a que la gente crea que son predadores sexuales. De entrada, está bien hacer ver o recordar que en comparación con la totalidad de los hombres de Francia, los que “van de putas” o contactan con callgirls son una minoría, y los que lo hacen de manera regular todavía más. Es una pequeña precisión útil: no, no todos los hombres recurren a profesionales o a eventuales.
A continuación, hay diferentes aspectos a desarrollar para que se comprenda el sinsentido de este argumento.
1) ¿Por qué vienen a vernos los hombres?
Las motivaciones que impulsan a estos hombres a contactar con nosotras son generalmente más un deseo de desahogarse con una mujer complaciente, sin comeduras de coco, que otra cosa. Sea el caso del esposo infiel que no quiere una amante peligrosa, el del novio que se ha separado de su novia y no tiene ganas de pasarse cuatro horas en un bar para llevarse a casa a una chica o el del hombre demasiado tímido para atreverse a acercarse a las mujeres lambda, cada uno de ellos busca un momento de intercambio, y no se satisface con una relación mecánica. Quieren “hacer el amor” o “follar” pero no tener la sensación de hacerlo con una mujer que lo hace a la fuerza, que no obtiene ningún placer y que mira el reloj. Estos hombres no son predadores sexuales en su gran mayoría.
2) Los hombres a los que les gusta violar lo que les gusta es… violar.
A un predador sexual lo que le gusta es la relación forzada. Le gusta someter a una mujer a su poder, dominarla: eso es lo que le excita. Abriros de piernas musitando “Sí, tómame”, y el tinglado se desinflará como un suflé, Son pulsiones sádicas y narcisistas, puramente egoistas, lo que hace que se trate de casos psiquiátricos. Esos tipos no quieren, por lo general, ver a prostitutas, ya que por definición, la profesional no haría más que simular una falta de consentimiento. Los tipos a los que les gusta violar no tienen necesidad de putas para saciar sus pulsiones.
3) Las prostitutas también pueden ser víctimas de violaciones.
Sí, una profesional tiene el derecho, igual que todas las mujeres, a negarse a tener una relación sexual y, desgraciadamente, también como todas las mujeres, puede ser víctima de una violación. No seamos ingenuos, el tipo que viola a una prostituta lo hace porque considera que tiene este derecho sobre esa mujer a la que considera un ser inferior, sea porque es una mujer, sea porque es una prostituta. El hombre que viola a una puta probablemente ha violado ya a otras mujeres y violará a más, porque su educación y su manera de razonar le permiten pensar que eso forma parte de sus derechos como macho.
4) No existe más que una clase de violador.
Pasa muy a menudo que hombres acusados de violación ni siquiera tengan conciencia de haber violado. La liberación de las costumbres y el consumo gratuito de los cuerpos ha inducido en la mente de muchos jóvenes que la relación sexual se ha convertido en algo banal, en el límite de una regla social, un poco como si hubieran mutado en bonobos al mismo tiempo que han evolucionado las costumbres.
En sentido inverso, las jóvenes están formateadas desde siempre para no “hacerse notar”, y la proyección constante de sexo en los medios y la publicidad, y los intentos de ligue repetidos han hecho que ocurra muy a menudo que una mujer no sepa realmente si un hombre se conduce de forma inapropiada o no. A menudo va a titubear antes de responder, sea por miedo a desencadenar la agresividad del interlocutor, sea porque, en el fondo, no está muy segura de la situación: “¿Está intentando ligar conmigo o son imaginaciones mías?”
De esta manera, muchas mujeres envían señales de rechazo esperando que sean interpretadas correctamente en lugar de imponer un “no” firme. Las señales enviadas han sido claras, pero el hombre que está delante, “llevado por un impulso” (término extremadamente recurrente en boca de los acusados en casos de violación) no estaba en condiciones de recibirlas correctamente, o ha decidido ignorarlas, considerando, como corresponde a una idea preconcebida, que una mujer que no consiente chilla, lucha, araña y llora, y que en ausencia de este comportamiento, no hacía falta escuchar las señales. Este tipo de agresor no tiene absolutamente nada que ver con que haya o deje de haber prostitutas en la sociedad, y que la prostitución sea abolida o no no cambiará absolutamente nada al respecto.
5) El violador que acecha escondido entre los arbustos es minoritario.
En efecto, al contrario de, otra vez, la idea preconcebida, la inmensa mayoría de las violaciones son cometidas por una persona conocida de la víctima (padre, hermano, primo, amigo, abuelo, tío, médico de familia, amigo de los padres, vecino, enseñante, etc.) y no por un loco sexual vagando por las calles en busca de una víctima. Hablo aquí de un poco más del 80% de los casos de violación declarados (que han sido objeto de una denuncia). Otra vez, no hay ninguna relación con la prostitución; se persiga a las putas o se deje de perseguirlas, estos violadores estarán siempre ahí.
6) Afirmar esto equivale a decir de manera involuntaria que los hombres son todos violadores al acecho.
Incluso si, en efecto, la mayoría de las violaciones son cometidas por hombres, decir que aumentaría el número de violadores si dejara de haber prostitutas para saciar sus necesidades sexuales, equivaldría a decir que los hombres son animales, incapaces de gestionar sus deseos carnales de forma racional. Vemos aquí a estas hordas de machos, con los ojos desorbitados, las venas hinchadas, la baba en los labios, errar por las calles oscuras de nuestras ciudades en busca de una presa. No, seamos serios, incluso aunque todas y todos nosotros sabemos que a los hombres les cuesta encajar la frustración sexual (:D), esto no significa sin embargo que sean violadores. Sobre todo porque la violación es ante todo una cuestión social y un problema de educación. Yo diría incluso que la violación es tan vieja como la prostitución, y que esta no ha tenido nunca un auténtica influencia sobre aquella.
Para resumir, se trata de un falso argumento. Bien entendido que el número de violaciones podría aumentar, pero no tan significativamente como piensa la gente, y no sería posible relacionar este ligero aumento con el cese oficial de nuestras actividades. No somos en ningún caso válvulas de protección de las mujeres contra la violación, ni siquiera aunque sea una idea agradable de imaginar y, de forma tristemente irónica, muchas de nosotras mismas hemos sido víctimas en el pasado. Para reducir el número de violaciones estas son las únicas soluciones: educación, educación, información y sanciones.
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http://learousseau.hautetfort.com/archive/2013/11/25/non-nous-ne-sommes-pas-des-par-feu-anti-viols-5230807.html
Non, nous ne sommes pas des par-feu anti-viols
J'aimerais aborder cette fois une idée
reçue qui semble assez répandue, celle comme quoi l'abolition de la
prostitution engendrerait un accroissement significatif du nombre de
viols. Bien que je sois, évidemment, totalement opposée à l'abolition de
la prostitution, je ne peux que dénoncer cette erreur, qui n'est pas
une preuve de mauvaise fois ou une malveillance, mais simplement une
méconnaissance du sujet, souvent entretenue involontairement par les
féministes qui ont tendance à traiter de porcs
pervers/maltraitants/esclavagistes (rayez la mention inutile) les clients, induisant dans les esprits qu'ils sont des prédateurs sexuels.
Tout d'abord, il est bon de noter ou de
rappeler qu'en comparaison avec la totalité des hommes en France, ceux
qui "vont aux putes" ou contactent des callgirls sont minoritaires, et
ceux qui le font de manière régulière d'autant plus. C'est une petite
précision utile, non, tous les hommes ne font pas appel à des
professionnelles ou des occasionnelles.
Ensuite, il y a différents points à développer pour comprendre le non-sens de cet argument.
1) Pourquoi ces hommes viennent nous voir?
Les motivations qui poussent ces hommes à nous contacter sont généralement plus un désir à assouvir avec une femme consentante, sans prise de tête qu'autre chose. Que ce soit le cas de l'époux infidèle qui ne veut pas d'une maîtresse dangereuse, celui du petit ami éloigné de sa copine qui n'a pas envie de passer 4h en boîte pour ramener une petite ou celui de l'homme trop timide pour oser s'approcher des femmes lambda, chacun d'entre eux cherche un moment d'échange, et ne sont pas satisfaits par un rapport mécanique. Ils veulent "faire l'amour" ou "baiser" mais ne pas avoir la sensation de le faire avec une femme qui se force, qui ne prend aucun plaisir, et qui regarde sa montre. Ces hommes ne sont pas des prédateurs sexuels pour la grande majorité d'entre eux.
2) Les hommes qui aiment violer aiment... violer.
Un prédateur sexuel aime le rapport
forcé. Il aime soumettre une femme à son pouvoir, la dominer, c'est ce
qui l'excite. Écartez les jambes accompagné d'un petit "Oui prends moi",
et le chapiteau retombe comme un soufflet. Ce sont des pulsions
sadiques et narcissiques, purement égoïstes, ce qui relève du cas
psychiatrique. Ces types-là ne vont généralement pas voir de
prostituées, puisque par définition, la professionnelle ne ferait que
simuler un non consentement. Les types qui aiment violer n'ont pas
besoin des putes pour assouvir leurs pulsions.
3) Les prostituées aussi peuvent être victimes de viols.
Oui, une professionnelle a le droit, au
même titre que toutes les femmes, de refuser un rapport sexuel, et,
malheureusement, comme toutes les femmes aussi, elle peut être victime
de viol. Ne soyons pas naïfs, le type qui viole une prostituée le fait
parce qu'il considère qu'il a ce droit sur cette femme qu'il considère
comme un sous-être, soit parce que femme, soit parce que prostituée.
L'homme qui viole une pute a probablement déjà violé d'autres femmes et
en violera d'autre, parce que son éducation et sa façon de raisonner le
laissent penser que ça fait partie de ses droits de mâle.

Il arrive très souvent que des hommes accusés de viol n'aient même pas conscience d'avoir violé. La libération des mœurs et la consommation gratuite des corps a induit dans l'esprit de beaucoup de jeunes que le rapport sexuel est devenu quelque chose de banal, à la limite d'une règle sociale, un peu comme s'ils avaient muté en bonobos en même temps que les moeurs ont (d)évolué.
Dans le sens inverse, les jeunes femmes
sont formatées depuis toujours à ne pas "se faire remarquer", et la
projection constante de sexe dans les médias et la publicité, et les
assauts de dragues répétitifs ont fait qu'il arrive très souvent qu'une
femme ne sache pas réellement si un homme se conduit de manière déplacée
ou non. Elle va souvent hésiter avant de répondre, soit par peur que ça
ne déclenche l'agressivité de l'interlocuteur, soit parce qu'au fond,
elle n'est pas certaine de la situation : "Il me drague ou j'interprète?".
Ainsi, beaucoup de femmes envoient des signaux de refus espérant qu'ils soient interprétés correctement au lieu d'imposer un "non" ferme. Les signaux envoyés ont pourtant été clairs, mais l'homme en face, "pris d'une pulsion" (terme extrêmement récurent dans la bouche des prévenus dans des affaires de viols) n'était pas en mesure de les recevoir correctement, ou a choisi de les ignorer, considérant, comme l'idée reçue l'exige, qu'une femme qui n'est pas consentante hurle, se débat, griffe, pleure, et qu'en l'absence de ce comportement, il n'étaient pas nécessaire d'écouter les signaux. Ce type d'agresseur n'a absolument aucun lien avec la présence ou non de prostituées dans la société, et que la prostitution soit abolie ou pas n'y changera absolument rien.
Ainsi, beaucoup de femmes envoient des signaux de refus espérant qu'ils soient interprétés correctement au lieu d'imposer un "non" ferme. Les signaux envoyés ont pourtant été clairs, mais l'homme en face, "pris d'une pulsion" (terme extrêmement récurent dans la bouche des prévenus dans des affaires de viols) n'était pas en mesure de les recevoir correctement, ou a choisi de les ignorer, considérant, comme l'idée reçue l'exige, qu'une femme qui n'est pas consentante hurle, se débat, griffe, pleure, et qu'en l'absence de ce comportement, il n'étaient pas nécessaire d'écouter les signaux. Ce type d'agresseur n'a absolument aucun lien avec la présence ou non de prostituées dans la société, et que la prostitution soit abolie ou pas n'y changera absolument rien.
5) Le violeur qui rôde caché dans les buissons est minoritaire.
En effet, contrairement, là encore, à une idée reçue, l'immense majorité des viols sont commis par une personne connue de la victime (père, frère, cousin, petit ami, grand père, oncle, pote, médecin de famille, ami des parents, voisin, enseignant etc) et pas par un détraqué sexuel rôdant dans la rue à la recherche d'une victime. On parle ici d'un peu plus de 80% des cas de viols déclarés (ayant fait l'objet d'une plainte). Là encore, aucun lien avec la prostitution, qu'on persécute les putes ou pas, ces violeurs seront toujours là.
6) Affirmer ceci revient à dire de manière involontaire que les hommes sont tous des violeurs en embuscade.
Même si, effectivement, la majorité des viols sont commis par des hommes, dire que l'on verrait le nombre de violeurs s’accroître parce qu'il n'y aurait plus de prostituées pour assouvir leurs besoins sexuels, reviendrait à dire que les hommes sont des animaux, incapables de gérer leurs envies charnelles de manière raisonnée. Nous voyons d'ici ces hordes de mâles, l’œil exorbité, la veine saillante, la bave aux lèvres, errer dans les rues sombres de nos villes en quête d'une proie. Non, soyons sérieux, même si nous savons toutes et tous que les hommes ont beaucoup de difficultés à encaisser la frustration sexuelle ( :D ), cela ne signifie pas pour autant qu'ils sont des violeurs. D'autant que le viol est avant tout une question sociétale, et un problème d'éducation. Je dirais même que le viol et aussi vieux que la pute, et que cette dernière n'a jamais eu de réelle impact sur le premier.
Pour résumer, c'est un faux argument.
Bien entendu que le nombre de viols pourrait augmenter mais pas aussi
significativement que le pensent les gens, et il ne serait pas possible
de relier cette légère augmentation avec l'arrêt officiel de nos
activités. Nous ne sommes en aucun cas des soupapes de protection des
femmes contre le viol, même si ce peut être plaisant de se l'imaginer,
et, tristement ironiquement, nous sommes nous-mêmes nombreuses à en
avoir été victimes par le passé. Pour réduire le nombre de viols, il n'y
a pas 36 solutions : éducation, éducation, information et sanctions.
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