Lo reconozco, hay situaciones que me sublevan. Cuando nos enteramos, varias asociaciones y yo de que la Generalitat pretendía prohibir la prostitución en las carreteras ( a mi CIU, en una entrevista que tuve con Maite Fandons, hace ya unos años, me comentó que esa era la intención de los partidos) la excusa era luchar contra la trata, obviamente no es la trata, que visto lo visto, a los político/as que tienen que estar al servicio de los ciudadanos, les importa muy poca la situación de las personas que han de ponerse en la carreteras y en las calles y más en concreto si están en situación de violencia de género o de trata. y van y encanjan en la Ley de carretras, justificándose en la Seguridad vial, la prohibición de estar en las carreteras de competencia catalana. Como no podúa ser de otra manera "no preveyeron las consecuencias", es decir, añadir a unas condiciones duras de por si, más dureza todavía, y los agentes que debían protejerlas ahora resultan que son los encargados de criminalizarlas tratándolas como la peor chusma de delincuencia.
Personalmente, no me gusta que mis compañeras estén expuestas en calles y carreteras por la dureza de las condiciones, puesto que tanto las inclemencias de las temperaturas, al acoso verbal de vecinos y viandantes como el no poder acceder a duchas, además la incomodidad de por sí de los coches, pudiendo estar en habitaciones cómodas, lo más lógico es proponerlas que se organicen y gestiones por ejemplo pisos privados.
Pero lo que no quiero bajo ningún concepto es que se las criminalice...vivimos en un país donde existen las injusticias sociales, pues que sea vea que existe y que no se tengan que ir a clubs donde las condiciones del sometimiento a otro tipo de condiciones duras existe.
Pero lo que no quiero bajo ningún concepto es que se las criminalice...vivimos en un país donde existen las injusticias sociales, pues que sea vea que existe y que no se tengan que ir a clubs donde las condiciones del sometimiento a otro tipo de condiciones duras existe.
Animo y apoyo a estas mujeres que poco a poco se atreven a denunciar la falta de respeto, y la vulneración de sus derechos fundamentales.
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Un grupo de prostitutas que ejercen en las carreteras de El Maresme y La Selva quieren reunirse “de manera urgente” con el conseller de Interior, Felip Puig, para que “se nos deje de criminalizar y se nos trate como personas con los mismos derechos que el resto de la población”.
En una carta abierta, las mujeres, que dicen ser una treintena y que se han agrupado en la Plataforma de Mujeres TSX, cargan contra la reforma de la ley catalana de carreteras y de “sus graves consecuencias”: “Trabajar en la carretera no es fácil, a menudo nos encontramos expuestas a violencia de todo tipo y hasta ahora habíamos aprendido a confiar en los cuerpos de seguridad”, dicen, pero aseguran que la situación ahora ha cambiado.
Aunque agradecen a la policía las “actuaciones tan importantes” que han realizado, y que les han aportado más seguridad, sostienen que “el apoyo y la protección que podíamos sentir ha desaparecido y, casi sin darnos cuenta, nos hemos convertido en delincuentes”.
Dicen que son “criminales vigiladas por una cantidad exagerada de efectivos policiales desconocidos que se pasan el día persiguiéndonos por las carreteras, faltándonos el respeto y provocando humillaciones”, como “faltas de respeto, agresiones verbales, amenazas, destrozo de nuestras pertenencias”, supuestamente realizados por “los agentes de tráfico”, sobre los que dicen que “no son capaces de aplicar correctamente” la reforma legal que prohíbe la prostitución en las carreteras.
“Es muy duro que después de años de comunicación fluida con los Mossos d’Esquadra debamos recorrer a la misma ley para que se detenga este acoso brutal”, dicen, asegurando que se sienten “discriminadas, criminalizadas y maltratadas”, y expuestas “a más violencia, por parte de la policía, de la sociedad y de los proxenetas y delincuentes comunes que están en la carretera y que empiezan a tomarse más libertades”.
Ante esta situación proponen reunirse con el conseller de Interior, “con la finalidad de exponer de forma más amplia la realidad que estamos viviendo, así como ofrecer propuestas y alternativas que sean beneficiosas para todos”.
Fue el pasado julio cuando los Mossos d’Esquadra comenzaron a multas a las prostitutas en las carreteras catalanas y a los clientes, considerando que estas actividades a pie de arcén podían poner en riesgo la seguridad vial. Desde julio a mediados de septiembre, los Mossos interpusieron 300 denuncias a prostitutas y otras 170 a clientes.
Barcelona (EUROPA PRESS).- El conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, ha explicado que este miércoles mantuvo una reunión con tres prostitutas de carretera de una plataforma del Maresme y la Selva para escuchar sus quejas sobre el plan para multarlas y que les aseguró que revisarán los protocolos por si hay alguna disfunción. En declaraciones a los periodistas, el conseller ha asegurado: "Si hay algún protocolo que se ejecuta con exceso de celo, es evidente que nosotros haremos cumplir rigurosamente la normativa y solamente la normativa".
Según Puig, las multas a prostitutas y clientes "están funcionando razonablemente bien", aunque no ha descartado que si detectan alguna incorrección se pueda corregir algún matiz del protocolo ejecutado por los Mossos d'Esquadra. En este sentido, ha insistido en que se revisarán los protocolos "por si en algún punto no se había actuado con suficiente sensibilidad", pero se ha mostrado convencido de que se ha actuado de manera correcta en todos los casos.
En la reunión de este miércoles por la tarde en el despacho del conseller, las mujeres le trasladaron que en ocasiones se las estaba multando más allá del límite de distancia de 50 metros de la carretera, y él les recordó que tiene un mandato parlamentario para multar el ejercicio de la prostitución en la carretera.
Sobre la gestión de la prostitución, Puig ha opinado que una futura reforma del Código Penal "debería estudiar la regulación de la prostitución y penalización del ejercicio de la prostitución en el espacio público, para que se practique en establecimientos regulados y en el ámbito privado". La plataforma había pedido una reunión urgente con el conseller porque se sienten "discriminadas, criminalizadas y maltratadas" por la nueva ley de carreteras que multa su actividad.
En un comunicado, aseguraban que la aplicación de la reforma de la ley "ha roto por completo la confianza" que con los años habían adquirido con los agentes de los Mossos d'Esquadra, ya que el apoyo y protección que sentían ha desaparecido. Además, explicaban que se sienten vigiladas por una cantidad exagerada de efectivos y que algunos policías "vulneran de forma automática y continuada" sus derechos, incurriendo en faltas de respeto, agresiones verbales, amenazas y daños a sus pertenencias.
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