miércoles, 8 de abril de 2015

Dejad de cerrar nuestras ventanas. Barrio Rojo de Amsterdam

Este jueves, 9 de abril, las trabajadoras sexuales que trabajan tras las ventanas en Amsterdam protestarán contra los planes de la ciudad de cerrar más ventanas en el Barrio Rojo de Amsterdam. La manifestación se dirige contra el plan Proyecto 1012, que pretende “limpiar” la zona del Barrio Rojo de actividades y compañías “criminógenas”, tales como la trata de seres humanos, fundamentalmente cerrando ventanas de prostitución.

El proyecto que fue comenzado por el antiguo alcalde Lodewijk Asscher, con la excusa de luchar contra la prostitución forzada, no fue en realidad más que un proyecto de gentrificación, implicando millones de euros y negocios inmobiliarios. Los políticos y los funcionarios municipales fueron pagados para vender valiosos inmuebles a grandes compañías por enormes cantidades de dinero, a la vez que vendían el proyecto a la audiencia como un proyecto de lucha contra el crimen.
Hasta ahora, el Barrio Rojo de Amsterdam ha sido reducido de 512 ventanas de prostitución a tan sólo 395 ventanas. Y además de la pérdida de 117 ventanas de prostitución, el alcalde de Amsterdam se dispone a cerrar las otras 94 ventanas estipuladas en el Proyecto 1012, lo que supone el lugar de trabajo de aproximadamente 250 trabajadoras sexuales.

Los políticos de Amsterdam han vendido siempre este proyecto como una lucha contra el crimen organizado, incluso a pesar de que no se han encontrado organizaciones criminales. Ninguno de los propietarios de burdeles acusados resultaron ser criminales, y de hecho no tenían ningún tipo de antecedente penal. Y ni en un solo caso se ha llegado a probar que ni una sola de las trabajadoras sexuales que han perdido su puesto de trabajo haya sido forzada, víctima de abuso o explotada de ningún modo. Las estadísticas de trata que se airearon en el Barrio Rojo de Amsterdam (de 50 a 90% fueron las cifras usadas durante años por los políticos), resultaron estar basadas en intuiciones y no en datos contrastados. Mientras que al mismo tiempo las encuestas reales llevadas a cabo entre las mismas trabajadoras sexuales fueron desechadas como “no fiables”.

Las propias trabajadoras sexuales se han convertido en víctimas. No de los supuestos criminales y tratantes organizados que habrían estado presentes en gran número, sino de la política llevada a cabo por el ayuntamiento, que las ha expulsado de sus únicos lugares de trabajo legalmente autorizados sin ninguna compensación. Hasta el momento, un número estimado de 300 mujeres han perdido su lugar de trabajo, y muchas de ellas que fueron dejadas sin un lugar de trabajo legal se dedicaron a la prostitución ilegal para compensar su pérdida de ingresos. Otras sencillamente se mudaron a otros países con otros lugares de trabajo menos seguros, corriendo el riesgo de ser víctimas de algún tratante. A nadie en el consistorio de Amsterdam pareció preocuparle dónde iban a parar esas mujeres, esas mujeres que les preocupaban tanto que decidieron cerrar sus ventanas. ¿Cómo puede ser que un ayuntamiento que tomó decisiones tan drásticas para proteger a las mujeres, cerrando el único lugar legal de trabajo que tenían, de repente perdiera todo interés por lo que les ocurriera a esas mujeres en adelante?

La realidad es que pocas mujeres en el Barrio Rojo fueron conscientes de lo que estaba pasando. Muchas de las trabajadoras sexuales habían visto cerrar ventanas, pero nunca entendieron por qué, ya que el ayuntamiento nunca explicó sus actuaciones a las propias trabajadoras sexuales. De hecho, el ayuntamiento pareció estar más interesado en mantener a las trabajadoras sexuales en la ignorancia acerca de sus planes. ¿Por qué? Bueno, sólo se puede intentar adivinarlo, pero mi apuesta es que no quisieron que las trabajadoras sexuales se enteraran de lo que realmente estaba pasando, ya que eso habría originado una protesta por parte de estas.

La mayor parte de las trabajadoras sexuales creyeron que eran los propietarios de los burdeles los que los estaban cerrando por propia iniciativa. Algunas ni se enteraron de que estaban cerrando ventanas en absoluto. Y quizá las cosas habrían sido lo mismo para mi, si no me hubiera juntado con mi novio holandés que estaba desde luego muy bien informado de lo que estaban publicando los medios. Me lo explicó y me enseñó lo que estaban diciendo de nosotras. Me hizo ver y oir cosas que pocas de las otras chicas podían ver u oír, sencillamente porque no entienden el holandés.

Y desde aquél día tuve un deseo. El deseo de una manifestación contra el cierre de las ventanas. Porque la realidad es que con mucho la mayor parte de las trabajadoras sexuales han elegido trabajar aquí. No están forzadas. Han decidido voluntariamente trabajar aquí detrás de las ventanas, cada una por sus propias razones. Y el hecho cierto es que no quieren dejarlo porque otras personas tengan otros planes, quieren dejarlo cuando ellas decidan dejarlo. No porque algunos políticos codiciosos quieran hacer dinero vendiendo inmuebles a grandes compañías. No porque a otras personas no les guste nuestro trabajo. Las trabajadoras sexuales del Barrio Rojo de Amsterdam tienen derecho a un lugar de trabajo seguro, y esa es exactamente la razón por la que muchas de ellas vinieron de otros países a Amsterdam. Porque aquí en Amsterdam el trabajo es legal, es seguro y además puedes hacer un montón de dinero con todos los turistas que atrae. No quieren dejar este trabajo, porque la mayor parte de ellas no están forzadas a hacerlo, lo único que quieren es hacer un montón de dinero.

Esta es la razón por la que el 9 de abril habrá una manifestación convocada por PROUD, la unión de trabajadoras sexuales en Holanda, contra el cierre de ventanas. La manifestación es un proyecto largamente acariciado por mí, para mostrar a la gente que la mayor parte de nosotras no estamos forzadas en absoluto, sino que hemos decidido por nosotras mismas hacer este trabajo. Para mostrar que no estamos de acuerdo con estos cierres y que ello no ayuda ciertamente a las víctimas de trata y de prostitución forzada. Afirmaciones estas que estuvieron en su mayor parte basadas en falsas estadísticas y corazonadas.

Entregaré yo también una petición dirigida al alcalde, firmada por las trabajadoras sexuales, rogando al alcalde y al consistorio que paren ese monstruoso proyecto y no quiten más lugares de trabajo legales, y reclamando la reapertura de los burdeles de ventana cerrados. La petición que se ha firmado apoya la manifestación así como la lista de demandas que PROUD ha presentado al alcalde y al ayuntamiento de la ciudad.

El 9 de abril las trabajadoras sexuales recuperaremos el Distrito Rojo de manos de los políticos codiciosos y espero que se lo entreguemos a políticos más capaces, abiertos al diálogo con las trabajadoras sexuales, en lugar de la dictadura que ha sido el caso en años recientes. Urjo también a otras ciudades a seguir este ejemplo, como Utrecht donde han cerrado también muchas ventanas. Devolved los burdeles a las trabajadoras sexuales y dejad de vender vuestras almas a cambio del dinero de la especulación inmobiliaria. ¡La era de las trabajadoras sexuales ha comenzado!
Para más información acerca de la manifestación, dirigíos a la presidenta y portavoz de PROUD Mariska Majoor, o a la web de PROUD.

PD: también podéis firmar la petición online apoyándonos aquí:

https://www.change.org/p/mr-eberhard-van-der-laan-mayor-of-amsterdam-and-the-city-council-of-amsterdam-stop-closing-down-out

Dirigida al Sr. Eberhard van der Laan, alcalde de Amsterdam y al consistorio de Amsterdam


Nosotras, las trabajadoras sexuales del Barrio Rojo de Amsterdam apoyamos la manifestación contra el cierre de las ventanas de prostitutas en Amsterdam.

Estamos cansadas de todas esas personas que dicen que saben que estamos siendo “forzadas” y que necesitan “rescatarnos”. Estamos cansadas de la gente que siempre habla de nosotras pero nunca con nosotras. Estamos cansadas de políticos, policías y medios de comunicación que nos tratan con desconfianza, suspicacia y represión.
El trabajo sexual es trabajo. Necesitamos lugares de trabajo seguros. Reclamamos apoyo por parte de las autoridades gubernamentales y locales. Queremos ser tomadas en serio y queremos implicarnos en vuestros planes.

Por favor, dejad de cerrar nuestras ventanas. Sólo reclamamos los mismos derechos que tiene todo el mundo. Por tanto, apoyamos esta protesta y la lista de peticiones de PROUD para detener el cierre de más ventanas.

Las trabajadoras sexuales del Barrio Rojo de Amsterdam y los que las apoyan

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