jueves, 16 de abril de 2015

testimonios de Martina, Paula Vip, Janet, Montse Neira. Nadie nos coaccionó, decidimos trabajar en prostitución.

 No quieren ni oir hablar de que las mujeres somos capaces, de decidir por nuestra propia cuenta, ejercer la prostitución. Si no dices, que "te obligan las circunstacias" -cómo si la mayoría de mortales no tuvieran que elegir cualquier trabajo por sus circunstancias- - Si no dices, que es lo peor que te ha pasado en la vida, si no  te muestras avergonzada, y diciendo que prefieres tener que, fregar que prostituirte, si no, enfermas, o te mueres pronto; si  dices que has progresado, que eres feliz, que has podido estudiar, y vivir dignamente, entonces eres cuestionada, intentan denigrarte, te dicen que eres un caso único etc... No se quiere entender, de que la MAYORÍA de mujeres, decidimos bajo nuestros propios criterios ejercer la prostitución, que tenemos capacidades de decisión y de asumir riesgos,  la minoría es  obligada por terceras personas, lo que sucede una vez se decide ejercer la prostitución, porque sabes que se gana dinero, mucho más dinero que la mayoría de trabajos y de manera rápida, es que si que hay condiciones que se han de erradicar, en los prostíbulos, si que hay explotación, pero laboral, y también hay una parte de esclavitud, pero de esclavitud, -vulneración total de derechos humanos- no es la mayoría; y lo afirmo con conocimiento de causa porque he trabajado par a proxenetas y los casos de esclavitud eran menos. Prostitución no es sinónimo de esclavitud. Los abusos existen precisamente por no querer reconocerlo como actividad laboral, por seguir discriminando a la mujer que utiliza su sexualidad para obtener ingresos en vez de aceptar otros empleos, por más duros que sean pero que la sociedad considera dignos. Las prostitutas interiorizamos el estigma y ese miedo, esa culpa nos impide movernos, pero luchamos y luchamos y salimos adelante y algunas ya nos atrevemos a hacer frente a todas las mentiras y burdas manipulaciones y cada vez somos más.No hay que denigrar a ninguna mujer, ni cuestionarla si decide ejercer. Hay que luchar para que no haya lugares dónde tenga cabida la explotación sexual y laboral, como en cualquier otra actividad económica y que se pueda ejercer de manera autónoma o en cooperativas gestionado por las personas que ejercen sin terceras personas.
Montse Neira.



http://www.vice.com/es/read/ellas-tambien-eligen-libremente-ser-prostitutas-169?utm_source=vicetwes

Con sus historias particulares detrás, con sus victorias y sus derrotas, sus sufrimientos y sus alegrías, su familia y sus amigos, sus defectos y sus virtudes, proclaman que están "más unidas que nunca" y que no son "cucarachas que salen de las cloacas y después se vuelven a esconder". "Somos personas y que no se le olvide a nadie que también votamos y que los gobernantes van de que nos protegen y son los únicos que nos podrían otorgar nuestros derechos y no lo hacen". Las putas no gozan de un derecho básico como el de la ciudadanía por el hecho de no cotizar ni tener derecho a la seguridad social. "Todas las personas que ejercen el sexo de pago lo hacen de manera libre y voluntaria. Porque si no ya no es prostitución, sino trata", argumentan.
Si hace unos días fue Natalia Ferrari Díaz, una joven puta barcelonesa, la que dio la cara para contar que se dedica a la prostitución por libre elección, en esta ocasión son cuatro mujeres -también barcelonesas- que trabajan en la misma profesión que ella las que quieren explicar sus experiencias para demostrar que Natalia no es un caso aislado. "Damos la cara, no somos una excepción", afirma Paula Vip, directora de Aprosex y que se define como puta. Durante nueve años escondió a su círculo cercano -incluidos sus hermanos y su hijo- su verdadero trabajo por culpa de "un estigma social brutal". Les decía que se dedicaba a ser contable, profesión a la que anteriormente se empleaba. La dejó a causa de un duro divorcio, el cual le acarreó un montón de deudas que pagar de su exmarido –unos 200.000 euros-, y que la llevó a meterse en el mundo de la prostitución "para conseguir dinero rápido". Finalmente le confesó la verdad a sus amigas, las cuales la abrazaron de alegría. "Para ellas fue un alivio. Se pensaban que en vez de eso estaba blanqueando dinero con alguna mafia porque no entendían como siendo contable podía permitirme un tren de vida tan alto".
Cuando empezó a ejercer como puta se juró por escrito que se dedicaría a ello durante un año y después lo dejaría. Pero llegado el momento, cambió de opinión. "¿Por qué lo tenía que dejar? Me encanta este trabajo. Entonces me juré por escrito que no dejaría de trabajar de puta". Mucho más tarde, después de decir la verdad a su entorno más cercano, decidió dar la cara públicamente para luchar contra las injusticias que suceden en su profesión. Por ese motivo fue al programa La Noria de Telecinco. Más tarde ha dado la cara en otros medios de comunicación, aunque explica que le tienen "vetada en TVE y TV3 por hacer apología de la prostitución" al ser la organizadora de los cursos de formación para prostitutas.
Paula Vip, la cual trabaja en hoteles, apartamentos y casas, relata que la idea de crear Aprosex, que en mayo cumplirá tres años de vida, proviene de su actual pareja. "En este tiempo no hemos recibido ni una sola subvención pública. Todo el dinero lo hemos puesto de nuestros bolsillos". La cuota de socio es de cinco euros al mes y actualmente gozan de esta condición unas cuarenta personas. "El hecho remarcable es que es una asociación que no admite solo putas, sino también clientes. De vez en cuando hacemos excursiones, calçotades o nos vamos a jugar a bolos juntos. Queremos normalizar el tema".
Otra profesional que ha querido contar su experiencia es Janet, quien trabaja en las calles de El Raval junto a poco menos de cien prostitutas más. Tiene 55 años y hace más de treinta que se dedica al oficio más viejo del mundo, compaginándolo con otros trabajos. Preguntada por si disfruta con su profesión, contesta que "quien trabaja para ganarse el pan, para llegar a fin de mes, no lo hace por amor al arte sea el trabajo que sea. Solo trabajan por amor al arte Bruce Springsteen, Shakira y pocos más". Y recalca que quieren ejercer su profesión "con total libertad".
Montse Neira
Las trabajadoras sexuales de El Raval son las que están recibiendo de más cerca la presión policial. Uno de los últimos capítulos fue la tapia que pusieron en su sede de Robadors, 25, -donde llevaban trece años viviendo, trabajando y reuniéndose-, aprovechando que ninguna de ellas se encontraba en el edificio ese día. "Estamos denunciando que dicho acto no se hizo en presencia física de ninguna de nosotras ni se nos avisó 48 horas antes para retirar nuestras pertenencias", explica Montse Neira, escritora, politóloga, activista y puta. El edificio lo había expropiado el Ayuntamiento sin previo aviso en diciembre de 2014. "Sufrimos impunidad policial. Sufrimos un acoso diario, cotidiano y continuo en la calle Robadors. Cada día hay redadas", añade Neira. "Las ordenanzas cívicas pertenecen a una especulación inmobiliaria", comenta Janet. "Este tema ya viene del alcalde Clos, es un barrio muy apetecible, cerca de la playa. Nos quieren echar. A nosotras y a los vecinos de El Raval. Tres cómplices nos están echando: el alcalde Xavier Trías, la regidora de Dona i Drets Civils, Francina Vila, y la regidora de Ciutat Vella, Mercé Homs", afirma Paula Vip.
"Somos el colectivo de mujeres que somos más estudiadas pero absolutamente nadie nos ha solucionado nada hasta ahora. No necesitamos que nadie venga a protegernos de nada. Nos defendemos solas", explica Neira. Ella, que tiene 55 años, nació en un contexto de exclusión social. "Tenía diferentes alternativas, pero escogí dedicarme a la prostitución. Lo hice de forma totalmente libre. Los otros trabajos también eran duros y no me sacaban de la miseria", cuenta. También había probado suerte como chica de la limpieza o como dependienta, haciendo jornadas de más de doce horas al día. "Durante mucho tiempo llevé una doble vida, sin contarlo a nadie, hasta que en 2007 decidí dar el paso y contar la verdad. La doble vida prácticamente me llevó a la depresión. Necesitaba liberarme y dejar de vivir en una mentira. Ahora estoy mucho mejor", relata. Neira ha escrito una autobiografía –'Una mala mujer'- en la cual cuenta su historia. Recomienda a las prostitutas que aun llevan una doble vida que "no tengan ni vergüenza ni miedo. Y que den el paso de hacerlo público a su entorno cuando estén preparadas".
Martina, por su parte, es una escort de lujo muy implicada en el activismo que trabaja con personas de rango económico muy alto –políticos, arquitectos, altos cargos-. "Siempre mando yo. En la cama se llega hasta dónde yo quiero y como quiero", sentencia para empezar esta mujer que se encuentra en la cuarentena. Para ella su trabajo tiene una esencia "muy relacionada con la alta cocina, con lo creativo". Quedamos a mediodía y me dice que en lo que va de día ha cobrado 500 euros y seguramente llegue a la noche con más de 1.000. "Mi hija de siete años puede estudiar donde estudia gracias a mi trabajo", comenta. No lleva una doble vida. Su entorno sabe perfectamente a lo que se dedica y le apoya.
Tiene estudios y afirma estar atenta diariamente a lo que sucede en el mundo para poder tener una conversación inteligente y agradable con sus clientes. Algunos de ellos se la llevan de viaje –ha estado en México o Miami, por ejemplo-, el cual puede durar hasta una semana. "Por cada día entero cobro 1.500 euros. Así que haz cuentas", explica sonriente. Empezó en el mundo de la prostitución como masajista. También se dedicó a la peluquería. Cuando tenía 25 años, su cuñado, que era urólogo, le preguntó cómo se podía permitir tantos caprichos haciendo de peluquera. "En ese momento le conté la verdad, lo entendió perfectamente y me apoyó. Desde entonces no me he escondido de nada", cuenta. ¿Le importaría que su hija fuese prostituta? "No, solo quiero que sea feliz y escoja su futuro libremente".

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