En un programa de la cadena estatal, La mañana de la 1, ha habido un debate que no ha podido ser continuado por el abandono de una de las personas que formaba parte de él. Me refiero al del curso organizado por la ONG Aprosex, que con el título "Prostitución: nociones básicas para la profesionalización" tuvo lugar en Barcelona, y a las palabras que cruzaron entre ellas la representante de Aprosex, Concha Borrell, y la abogada feminista, Lidia Falcón.
Para empezar Concha Borrell separó de la prostitución a las mujeres que, víctimas de las mafias, son obligadas a prostituirse, y ni siquiera consiguen el dinero por el que han cobrado en su nombre esas mafias. Esas mujeres, según dijo, no son prostitutas sino víctimas de las tratas. Prostitutas son, y a ellas iba dedicado el curso, las mujeres que por las razones que sea deciden libremente dedicarse a la prostitución, les guste o no, del mismo modo que una mujer limpia durante diez horas diarias los retretes de los ferrocarriles, y lo hace porque quiere aunque, como es lógico, no le guste. Aclaró también que el curso se había organizado teniendo en cuenta el crecimiento alarmante de la prostitución en España desde que tenemos esta crisis, y yo añado: montada por el capitalismo -o los mercados o llámenlos como quieran- con el objetivo de incrementar el beneficio de sus empresas multinacionales o no, a las que tanto ayuda la reforma laboral que con más horas de trabajo por el mismo salario disminuido legalmente, a veces hasta un 40%, deja sin posibilidades de una vida laboral que permita al trabajador o a la trabajadora llegar a fin de mes, sin contar con que esta misma crisis ha dejado en el paro al 26% de la población trabajadora.
En ese curso se afirma de entrada que la prostitución no es motivo de vergüenza, ni como dijo Lidia Falcón,"sólo la degeneración ética de la sociedad permite que se imparta este curso", lo que provocó la salida de Concha Borrell del debate. Dijo además Lidia Falcón que así lo habían declarado igualmente las Naciones Unidas, aunque yo sólo he encontrado la opinión de las Naciones unidas, no sobre la prostitución sino sobre la violencia sexual que puede provocar.
En el artículo 1 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en la Conferencia Mundial de los Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, y en la Conferencia de Pekín, la violencia de género fue definida como "cualquier acto de violencia basado en el sexo que dé lugar o pueda dar lugar a un perjuicio o sufrimiento físico, sexual o psicológico de las mujeres, incluidas las amenazas de tales actos, la coerción o las privaciones arbitrarias de libertad, ya ocurran en la vida pública o en la privada". Concha Borrell preguntó entonces si a ella la consideraba Lidia Falcón una "degenerada ética" y al no quedar clara la respuesta de Falcón en el fragor del debate, Borrell abandonó la mesa. Y la moderadora cerró el acto al no quedar equilibrado el debate.
En el artículo 1 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en la Conferencia Mundial de los Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, y en la Conferencia de Pekín, la violencia de género fue definida como "cualquier acto de violencia basado en el sexo que dé lugar o pueda dar lugar a un perjuicio o sufrimiento físico, sexual o psicológico de las mujeres, incluidas las amenazas de tales actos, la coerción o las privaciones arbitrarias de libertad, ya ocurran en la vida pública o en la privada". Concha Borrell preguntó entonces si a ella la consideraba Lidia Falcón una "degenerada ética" y al no quedar clara la respuesta de Falcón en el fragor del debate, Borrell abandonó la mesa. Y la moderadora cerró el acto al no quedar equilibrado el debate.
Se calcula que en España hay entre 60.000 y 300.000 mujeres dedicadas a la prostitución, aunque es un cálculo difícil porque están al margen de cualquier control, Así somos los españoles, la prostitución no va con nosotros más que para condenarla y por tanto cualquier medida para controlarla, no parece interesarnos.
Aún así, en la oscuridad y la exclusión social donde se encuentra, en España la prostitución no es delito, así lo recoge la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre. Y por tanto "no se penaliza el ejercicio de la prostitución por parte del que la ejerce pero sí la explotación derivada de dicho ejercicio cuando medien determinados factores, o que se mantenga antes de una determinada edad".
Y bien expresado está porque en teoría el derecho a prostituirse pertenece a la esfera de la autonomía del individuo y por esto existe una "prostitución autónoma de mujeres, aunque se trate de un fenómeno marginal respecto a la cantidad de mujeres sobre todo inmigradas que son conducidas al mercado del sexo por organizaciones que en el mejor de los casos, las transforman en 'asalariadas' con muy pocos márgenes de decisión individual y, en el peor de los casos, las reducen a una condición de total subordinación, incluso de esclavitud", según el informe de Médicos del Mundo. Pero recordemos, insisto, que el curso en cuestión, según nos dijo su representante, no estaba dirigido a estas mujeres.
Aunque los datos que se conocen son de 2007, el 60% de la totalidad de mujeres que se dedican a la prostitución, son extranjeras, lo que hace suponer que una mayoría podría estar en manos de las mafias, y esto ya las excluye de lo que Concha Borrell llamaba prostitutas.
Ante la indignidad defendida por Lidia Falcón y la no aceptación de que haya mujeres que quieren dedicarse a la prostitución por propia voluntad entendiéndola como un contrasto entre ellas y el hombre que solicita el servicio, Concha Borrell defendió la utilidad de mostrar a las que quieren dedicarse a ello, en qué peligros pueden encontrarse y cómo salir de ellos; el derecho que tienen a que si el hombre no se comporta como establecido, pueden y deben abandonar el lugar; en las ventajas de tener sexo en habitaciones alquiladas o en hoteles por horas mejor que en el domicilio del solicitante; como evitar adquirir enfermedades de transmisión sexual; cómo manejar el dinero que cobran ya que pertenece a la economía sumergida; cómo justificarlo ante su familia y tantos otros problemas con los que fácilmente se pueden encontrar las principiantes. Además se les habla igualmente sobre aspectos sexuales, cómo conseguir y transmitir placer o cómo evitar situaciones dolorosas, y otros aspectos que desgraciadamente no tuvimos tiempo de conocer porque Concha Borrell se sintió ofendida por las palabras de Lidia Falcón, se levantó y se marchó.
Sin querer entrar en el debate, ni recurrir a lo que posiblemente digan las Naciones Unidas sobre la prostitución al margen de la trata de mujeres por las mafias del sexo y de lo que es la violencia contra las mujeres, quisiera llamar la atención sobre tanta opinión contraria a la prostitución voluntaria con el argumento de que la venta o el intercambio del propio cuerpo por dinero, es una degeneración moral. Y en cambio nadie se escandaliza por el estado de esclavitud a que nos lleva la reforma laboral, el privilegio que tanto Europa como nuestro gobierno tan obediente, conceden sin rubor ninguno a los bancos corruptos o no que dejan sin hogar y sin ahorros a tantos ciudadanos, o los recortes en sanidad, educación y ayudas que malbaratan la vida de los trabajadores. Y menos aún que no haya medida alguna ni inspección oficial para descubrir, juzgar o encarcelar a los delincuentes de cuello blanco, ni para descubrir sus riquezas en paraísos fiscales, ni para desvelar las estafas que le hacen a Hacienda. Aunque sólo así se conseguiría paralizar, económicamente hablando, las drásticas y brutales recortes de los derechos sociales de las clases medias y trabajadoras, que tal como está la situación hoy, han de buscarse la vida para sobrevivir, haciendo trabajos para los que no fueron preparados o preparadas, lanzarse a la economía sumergida o dedicarse a la prostitución ellos o ellas -que también hay prostitutos- de la que con crisis o sin ella hay tantísima demanda. Según datos de 2007, los últimos de que se dispone, en España por cada cien hombres, veintiséis acuden cada día a las prostitutas, sean o no sean víctimas de las mafias, lo que provoca un millón de servicios también al día.
Se habla mucho de la indecencia de este trabajo, pero nos olvidamos de decir, siempre que hablemos de prostitutas no de esclavas de las mafias, que la prostitución es voluntaria no obligatoria, que depende únicamente de la voluntad de quien decide ejercer la prostitución, que se basa en un acuerdo entre dos personas y que cada cual es libre de vender, alquilar o regalar su cuerpo a quien le plazca. Y no entendemos que gobierno tras gobierno, vivamos al margen de este submundo jurídico y social, como si no existiera, pero esto sí, negándoles a sus miembros, a las prostitutas, la posibilidad de sindicarse, de darse de alta en la Seguridad Social, de pagar sus cuotas y hacer su Declaración a Hacienda, lo cual sería de gran ayuda para la salud pública porque se les exigirían exámenes periódicos, y para las finanzas del país porque evitaría una buena parte de la economía sumergida (50 millones de € al día de negocio supone la prostitución) , y creo que finalmente conseguiríamos evitar, solo en parte claro está, la exclusión social que padecen las prostitutas. No ellos, por cierto, no ellos, jamás ellos que, no lo olvidemos, son los que acuden a las prostitutas, sean o no sean víctimas de las mafias tampoco; son ellos los que mantienen vivo el descomunal negocio que supone un monto total -libre de impuestos y al margen de Hacienda- de 50 millones de euros también al día.
No pude acabar de ver el programa, un sucedáneo del verdadero debate social que nos hace falta, pero algo es algo, bien está lo que huye de la hipocresía social y política. Aún así me habría gustado, la verdad, y es así como una vez más comprendí el objetivo del colectivo Hetaira, de Madrid, formado por mujeres, algunas dedicadas a la prostitución y otras no, pero todas defensoras de la libertad y la independencia, siguiendo el ejemplo de las que en la antigua Grecia llevaban este nombre, Hetaira, ejercían la prostitución, tenían educación y cultura e incluso gran influencia y reconocido prestigio social. Este colectivo de Madrid se fundó en 1995, y defiende el derecho de sus socias a trabajar tranquilas, a organizarse, a sindicarse, a cotizar, a denunciar agresiones y abusos de poder, y a tener una formación tanto cultural como social y sanitaria.
No pude acabar de ver el programa, un sucedáneo del verdadero debate social que nos hace falta, pero algo es algo, bien está lo que huye de la hipocresía social y política. Aún así me habría gustado, la verdad, y es así como una vez más comprendí el objetivo del colectivo Hetaira, de Madrid, formado por mujeres, algunas dedicadas a la prostitución y otras no, pero todas defensoras de la libertad y la independencia, siguiendo el ejemplo de las que en la antigua Grecia llevaban este nombre, Hetaira, ejercían la prostitución, tenían educación y cultura e incluso gran influencia y reconocido prestigio social. Este colectivo de Madrid se fundó en 1995, y defiende el derecho de sus socias a trabajar tranquilas, a organizarse, a sindicarse, a cotizar, a denunciar agresiones y abusos de poder, y a tener una formación tanto cultural como social y sanitaria.
Para solucionar los problemas y la prostitución es uno de ello, de nada sirve acorralarse en posiciones morales que defienden la verdad única. No hay conocimiento sin debate y por tanto lo importante sería iniciar sin subterfugios morales ese debate social que tanta falta nos hace desde hace mil años, en lugar de abominar y condenar lo que no compartimos.
Como país seguimos siendo tan poco dados a debatir para comprender, que el propio Antonio Machado -del que el día 22 de este mes se cumplen 75 años de su muerte en el exilio- sería capaz de actualizar dos versos de su hermoso poema 'A orillas del Duero', cambiando solamente Castilla por España para volver a definirnos, esta vez no solo a unos pocos sino a todos los españoles:
España miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuando ignora.eriormente.
Como país seguimos siendo tan poco dados a debatir para comprender, que el propio Antonio Machado -del que el día 22 de este mes se cumplen 75 años de su muerte en el exilio- sería capaz de actualizar dos versos de su hermoso poema 'A orillas del Duero', cambiando solamente Castilla por España para volver a definirnos, esta vez no solo a unos pocos sino a todos los españoles:
España miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuando ignora.eriormente.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/ellas/2014/02/24/la-prostitucion-en-un-debate-televisivo.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.